miércoles, 26 de noviembre de 2008

Amazando el Candombe

Me tomó un tiempito decidir quien iba a ser el protagonista de este post. Tenía pensado escribir algo acerca de algún bajista que me gusta, pero no me decidía por cuál de todos. Al fin y al cabo me decidí por Daniel Maza, uno quizás no muy conocido mundialmente, pero que a mi me encanta. Me parece que es el mejor de los que habitan por el sur americano.
Daniel Maza es un bajista uruguayo, que tiene ese no se que me fascina. El loco se toca todo(ojo, no es comparable con grosos como Wooten, Patitucci, Miller si de técnica hablamos). El tipo domina la mayoría de los ritmos musicales centroamericanos, más jazz, funk, algo de música folklórica Argentina, y obviamente ritmos populares Uruguayos (candombe, murga, etc.).Dice tener formación autodidacta (no le creo nada, igual q a este).
En un breve repaso por su carrera vemos que, desembarca en Argentina en 1979. Según escuché por ahí, comienza tocando para grupos de cumbia locales, haciendo esas giras interminables que suelen hacer estos grupos en una noche, mientras tanto también se desempeñaba en la escena jazz under de Buenos Aires. Si no me equivoco también metió una gira por latinoamérica con los Auténticos Decadentes. Y entre los artistas grosos para los que tocó se encuentran Celia Cruz, Djenve, Luis Salinas y muchos más que en su MySpace pueden observar.

Su carrera como líder de grupo, tiene 3Cd editados: uno en el 2003 "Música Destilada" con nada menos que Hugo Fatorusso en batería y Abel Rogantini en piano, dos musicazos uruguayos. En el 2005 edita "Vamo Arriba" y en el 2007 "Al contado", de estos no tengo la precisión de los músicos que lo acompañan. La mayoría de temas rondan en los ritmos candombe, bolero, funk y samba, colándose alguno que otro. A diferencia de otros bajistas, Daniel a la hora de grabar sus temas, se ubica en la silla del bajista y cumple esa función: hace acompañamientos en relación con el tema, y deja las melodías al pianista, nada de andar mostrando sus cualidades técnicas todo el tiempo... ahora, cuando solea, agarrate papá.
Aparte de ser un gran bajista, "el gordo" tiene una muy linda voz. Es de esas voces, chiquitas, tristes, tranquilas, casi q introvertidas, ideal para los boleros que tanto le gustan hacer y que tan bien le salen.

Mi admiración por "el gordo" comienza hacia el año 2000 cuando lo vi por la tele tocando junto a Luis Salinas. Al tiempito me entero que el loco se mando con su carrera solista y sacó un cd (inconseguible en esa época), lo que me dejó con muchas ganas de investigar sobre él. Para el año 2004, me entero que iba a presentar un show cerca de casa, y sin dudarlo lo fui a ver (tocó con Rogantini y Fatoruso). Creo que fué la primera vez q me dieron más ganas de no tocar más. El despliegue de esos muchachos, hizo que hagan un show del que nunca me voy a olvidar, y que disfruté al máximo. Me encantaría hacerles una crónica pero el post se haría muy extenso. Pero la manera con la que el tipo maneja los climas es increíble, luego de un candombe al palo ("de puro apuro", que en vivo se hace mucha más rápido que ne la grabación) el loco se mandó una balada hermosa ("La gloria eres tú") el solito con su bajo y su panza, como para dar un ejemplo.
Después lo vi tres veces más, uno con la banda que lidera, pero esta vez con otros acompañantes, y debo decir que el show fue muy bueno también, no como el otro, pero me gustó mucho; y las otras dos veces que tuve la oportunidad de verlo tocar en vivo fue como miembro del Miguel Angel Tallarita Quinteto, en dos shows impresionantes con 4 musicazos de la ostia, si tienen la oportunidad de ver esta banda vallan, no tiene desperdicio.

Bueno, tampoco los quiero aburrir mucho con palabras, les dejo unos temitas por si quieren escuchar y si les copa, la producción de Wincofón en un esfuerzo enorme, les ofrece gratis los 3cds publicados por "el gordo" Maza.



Música Destilada (2003)Parte 1, Parte 2
Vamo Arriba (2005)
Al contado (2007)
(el primer tema si les suena conocido, es porque fue mucho tiempo la cortina de Futbol de Primera)

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Colina abajo...

No es por ser criticón pero me parece que no hacía falta.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Tomás Gubitsch

Hago mi muy tardía aparición en este blog con muy pocas palabras, porque hace un tiempo que soy como un desierto, y es mejor dejar que los que tienen cosas para decir hablen por mí.

Tomás Gubitsch, guitarrista, compositor y director de orquesta. A los 18 años ya había tocado con Rodolfo Mederos en "Generación Cero", con Spinetta en "Invisible" y con Piazzolla en el enorme y fugaz octeto electrónico de Astor. Un verdadero monstruo.



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En materia de emociones y percepciones, las fórmulas y las reglas conllevan tantas excepciones que merecen muy poca atención de nuestra parte.

Quizás porque intuimos que
“sólo el misterio nos hace vivir; sólo el misterio“, nos divierta tanto teorizar.

¿Porqué no? Basta con saber que nuestras conjeturas son efímeras.

Y con decirse que conocemos de la música el equivalente de lo que conocemos del universo. Es decir, una ínfima (probablemente insignificante) parcela.

Lo alentador es todo lo que nos queda por descubrir.

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Hay quienes tocan bien. Hay quienes tocan muy bien. Después vienen los que están dentro de la música. Por último, los que son música.

Siempre los asuntos entre ser y estar.

Alguna vez pensé que la belleza (o lo hermoso) surgía de un equilibrio indefinible entre el gesto y el sonido.

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Alguna vez pensé que la belleza (o lo hermoso) surgía de un equilibrio indefinible entre el fondo y la forma.

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Recuerdo perfectamente que Hugo Santiago comentó, justo antes de lanzar su grito de “action”, algo así como que cuando un músico hace música se torna bello. También dijo (o más bien su personaje) que el exilio era una noble situación.

Cuando se “es” música, o cuando se “está” en (dentro de) la música, se trata de un exilio en la intimidad. Un exilio que no es destierro, entonces; y que puede incluir al otro.

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“Le beau est toujours bizarre”, reza el enorme cartel -demasiado publicitario,
pero para eso está- del Centro Pompidou en estos días. Baudelaire sabrá.
En todo caso, suele ocurrir que lo hermoso no sea precisamente lindo.

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¿Qué se puede hacer con un don, sino donarlo?

(texto de Tomás Gubitsch para fotos de Juan Carlos Hernández, Y sin embargo magazine)